Festividad de San Antón en Castilla y León

Por.Francisco Rubio (c)  12 de enero de 2018
Publicado en El Agora de Castilla y león. Copyright 

San Antonio Abad, conocido popularmente como San Antón para diferenciarlo de otros San Antonios, es considerado tradicionalmente como el santo protector de los animales, celebrándose su fiesta el 17 de enero. Es, junto a San Isidro labrador, el santo mas popular en el medio rural.

Se podría decir que en casi todos los pueblos de Castilla y León se rinde culto a ambos, pues en un pasado no muy lejano, todas las familias dependían de la ganadería y de la agricultura, lo que conllevaba que sus animales debían gozar de buena salud. Ya fuera de aquellos utilizados directamente en las labores más duras del campo como bueyes, mulas y pollinos o los empleados para el puro sustento como cerdos, gallinas, corderos, conejos, palomas, … etc, todos eran importantes. 

El neolítico y la domesticación de los animales.

Quizás no somos conscientes que la cría de animales y plantas que se empezó a desarrollar hace escasamente unos 10.000 años, en lo que se conoce como la "revolución del neolítico", cambio la historia de la humanidad para siempre. Un momento a partir del cual el hombre cambió el modo de vida que había tenido durante los anteriores 2 millones de años y que supuso la gran trasformación del mundo.

La agricultura y la domesticación de animales generó el sedentarismo de la raza humana, que hasta ese momento llevaban una vida nómada y errante, viajando de aquí para allá en busca de animales que cazar. La cría de animales (con la oveja, la cabra y el cerdo como los primeros en ser domesticados) y el cultivo de plantas comestibles, garantizaba el sustento a lo largo del año, contar con excedentes y consecuentemente el aumento de la población. Esta estabilidad alimenticia propicio a su vez la construcción de poblados ... estables y la jerarquización y el reparto de funciones en la sociedad. Unas sociedades y unas ciudades que se fueron haciendo cada vez mas grandes y complejas... y en esas estuvimos hasta la otra gran revolución tecnológica, la de las maquinas.    

La revolución industrial, iniciada hace escasamente 250 años, comenzó a sustituir la fuerza de los animales y de las personas por la generada por una serie de artefactos construidos por el hombre llamados maquinas, cuya energía ya no era orgánica y cuyo ciclo vital es capaz de superarle. Y en esas estamos, superando día a día nuevos retos con la automatización y la inteligencia artificial ... hasta la próxima revolución.


La historia de San Antón


Pero volvamos a nuestro San Antón. La historia nos cuenta que nació y vivió en Egipto, entre los siglos III y IV. En su biografía se mezclan elementos históricos con otros míticos. Se sabe que llevó una vida de ermitaño, junto a otra faceta como fundador de monasterios y la atención a los pobres.

En su leyenda se dice que curaba a los animales que se acercaban a él, siendo especialmente relevante un episodio con un grupo de cerdos salvajes o jabalíes.

También se hace hincapié en la longevidad de su vida, alcanzando la edad de 105 años.

Ocho centurias mas tarde de la muerte del santo, allá por el siglo XII, se funda en Francia una congregación católica romana de carácter laico, bajo la advocación de este santo. Dicha congregación se denominaría Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio u Orden de San Antón y tomarán la Tau egipcia como emblema. 

Puede que esa Tau la tomaran por que el santo nació y vivió en Egipto o por que es la letra central de su nombre o quizás todo ello junto. Esa Tau es, además, un símbolo ancestral de protección de los caminantes y es que uno de los principales objetivos de esta orden era cuidar de los peregrinos que sufrían una enfermedad muy común en la edad media, llamada "Ergotismo", también conocida como "Fuego de San Antón o Culebrilla", enfermedad que aun es relativamente común en nuestro país. 
Rosetón con la Tau egipcia en el Monasterio de San Antón,
en Castrojeriz (Burgos), en plena ruta jacobea. 
Hoy en día sabemos que esta enfermedad era causada por consumir alimentos contaminados con hongos parasitarios, que contenía frecuentemente el centeno y en menor medida la avena, el trigo y la cebada. Parece ser que a los que la contraían en el medievo, el único remedio que se les ofrecía para sanar era la peregrinación a Santiago de Compostela. 

La explicación que podemos vislumbrar sobre esa peculiar forma de sanación, es que el Ergotismo lo producía el consumo prolongado de pan de centeno contaminado con el hongo cornezuelo y en los monasterios y albergues castellanos de la época vinculados al camino jacobeo, de manera especial los de la orden de San Antón, ofrecían a los peregrinos pan de trigo candeal no contaminado, con lo que en un periodo de tiempo determinado, los enfermos conseguían sanar. 

Esta relación de San Antón con la cura de las impurezas, fue lo que pudo llevar a la tradición cristiana a vincularle con el cerdo y su santificación, ya que dicho animal era considerado como impuro en el mundo musulmán y judío, que se negaban a consumirlo por los problemas que causaba a través de enfermedades parasitarias como la triquinosis.


Imágenes y Cofradías de San Antón 

Muchos son los ejemplos de imágenes de este santo en pueblos de Castilla y León. En uno de esos pueblos de la comarca de Tierra de Campos, llamado Villanueva del Campo, existe también la Cofradía de San Antón, estando documentada su existencia desde por lo menos 1725. En la parroquia podemos encontrar dos imágenes del santo, una en cada iglesia.

Arca de la cera de la cofradía de San Antonio Abad año de 1882
existente en la iglesia del Salvador de Villanueva del Campo (Zamora)

La mas antigua de las tallas de San Antón forma parte del retablo central situado en la Iglesia de Santo Tomas y que estaría fechado en 1542. En dicha imagen se muestra al santo en edad avanzada, vestido con el hábito de la orden y apoyándose en un pequeño bastón.

Imagen de San Antón (S XVI) 
en la iglesia de Santo Tomás 
El santo parece haber apartado la mirada sobre el libro que lleva en la mano, para dirigirla con ternura y casi dialogando, hacia el oscuro cerdito que le acompaña a sus pies, el cual a su vez le mira alzando la cabeza. El cerdito en cuestión lleva en su cuello una pequeña campanilla, símbolo claro del famoso "Marranillo de San Antón". 

La otra imagen de San Antonio Abad está situada en la iglesia del Salvador, concretamente en uno de los altares laterales del lado derecho de la nave principal.

Se aprecia una escultura mas moderna (probablemente del S XIX, como la iglesia) y se nos presenta a un anciano vigoroso, que va caminando mientras se apoya en un largo bastón.

También aquí el santo ha apartado la mirada del libro, pero en vez de dirigirse al cerdito que el acompaña, parece dirigirla un tanto perdida hacia la gente que le observaría a sus pies.

El cerdo negro que se arrulla a su habito en su lado derecho podría también tratarse de un jabalí o de un cerdo ibérico, pero en este caso el santo parece ignorarlo o más bien pastorearlo y lo deja casi atrás, tapado con el hábito y el bastón. 
Ambas imágenes cumplen la iconografía clásica del santo en cuanto a sus elementos simbólicos habituales (cerdo, habito monacal, senectud, bastón), si bien es curioso como se aprecian ciertos cambios actitudinales, lo cual señala dos épocas distintas en su concepción iconológica. 


El Marrano Antón 

Hasta finales de los años 70 del siglo XX, en Villanueva del Campo y muchos otros pueblos del antiguo reino de León, mantuvieron la tradición del denominado "marrano antón". 

A través de esta ancestral costumbre, la cofradía del Santo soltaba por las calles del pueblo un pequeño cerdo provisto de una campanilla, para que vagara libre por la localidad y fuera alimentado por los vecinos.

El animal campaba a sus anchas por todos los lugares del pueblo y recibía restos de comida, engordando y engordando a lo largo del año, llegando el propio animal a controlar a qué hora le daban de comer en cada sitio.

Concluido el periodo de engorde, la cofradía vendía papeletas para rifar el cerdo entre los vecinos a la salida de misa del día de San Antón, el 17 de Enero. 
Monumento al "Marrano Antón" en la Alberca (Salamanca)

La tradición descrita parece ser que procede de la edad media, cuando los monjes de la orden de San Antón soltaban sus cerdos por las calles de los pueblos en los que tenían monasterio, para que los vecinos les alimentaran, denominándoles "marranos de San Antón". La carne de dichos cerdos era usada posteriormente para atender a los enfermos, peregrinos o necesitados de la localidad, como una forma de solidaridad social de la época.

El aumento del tráfico rodado por las calles, aconsejó como en muchas otras localidades, que se variara esa costumbre de dejar al animal suelto y el marrano antón que se sorteaba, pasó a ser comprado a algún vecino con el dinero que se recaudaba de la rifa. En los últimos años y ante las dificultades y cambio de costumbres en lo que se refiere a la matanza del cerdo, se ha vuelto a modificar la tradición y al agraciado de la rifa del marrano antón, se le da la opción de recibir un cerdo o su valor en dinero. 


¡Oh, Glorioso San Antón! 

Otra de las costumbres que llevaba aparejada la fiesta de San Antón que en muchos pueblos dejo de hacerse hace tiempo, pero que en otras localidades se siguió manteniéndose mientras hubo quintos, era lo que se llamaba “Echar la relación a San Antón”. 

El evento, llevado a cabo por los mozos, consistía en una representación de carácter público en la que hacían prebendas al santo respecto a los animales. También se comentaban con ironía los aconteceres mas peculiares de la villa y de la corte, a modo de informe anual, pero parece ser que la desvirtualización que alcanzó, faltando al respeto a muchos vecinos y vecinas, provocó que a finales de los sesenta, este evento se suspendiera indefinidamente. 

Bien entendido, esta relación a San Anton tendría su similitud con lo que hacen las chirigotas gaditanas en carnaval, aunque parece ser que sin música de fondo, pero buscando las rimas en el discurso. 

La edición digital del diario La Crónica de León, nos deleita con algunas relaciones hechas a San Antón: http://www.lacronicadeleon.es/2012/01/15/apoyo/refranes-de-san-anton-137809.htm 

Pintura de San Anton
por Zurbaran (S XVII) 

Oh glorioso San Antón, 
en busca de vuestro amparo 
aquí nos tienes de nuevo 
con devoción y recato 

Oh glorioso San Antón
León te viene a saludar
que estuviste n’ esta iglesia
Y ahora estas n’otro lugar

Otro año aquí venimos,
humildes y confiados,
para que con tu bondad
nos dirijas con tu mano.

Y Respetuosos que somos,
con toda la autoridad,
pedimos a nuestro alcalde
permiso para empezar.

Venia

Oh glorioso San Antón
santo mío y abogado
lo que te vengo a decir
lo tengo bien estudiado 

Oh glorioso San Antón
Santo bienaventurado
Aquí te vengo a pedir
Que nos guardes el ganado
De lus rucíus d´ abril 
Y lus torvones de Marzo
Del mercader zangarrián (el lobo)
Aquel del hábitu pardu …

¡Oh glorioso San Antón!
santo mío y adorado
También te vengo a contar 
todo lo que nos ha pasado.

¡Oh glorioso San Antón!, 
Estamos muy preocupados
Vaya que pasen hambre
los políticos y los bancos.
Miedo hay en Italia y España. 
Rescatan Grecia y Portugal, 
¡La deuda que mal se vende!
En bragas nos van a dejar.

.......................................continua.

Como ocurre con muchas otras festividades del calendario, los aspectos divinos y humanos se entrelazan sutilmente para generar una tradición secular y como se puede apreciar en el caso de San Antón, su vinculación en la sanación de las impurezas a través del pan de trigo, así como la protección y sanación de los animales útiles para el hombre, podemos fácilmente entender su asimilación y veneración de los valores que representa en el medio rural. 

Suerte con el Marrano Antón y felicidades a los Antoni@s en su onomástica




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